Luigi Pirandello nació en el seno de una familia acomodada. Cursó sus estudios superiores en Palermo, Roma y Bonn. Volvió luego a Italia para ejercer de profesor de Literatura en la Escuela Normal Femenina de Roma, puesto que dejaría cuando su creciente reputación le permitió dedicarse en exclusiva a su carrera como escritor. Pirandello comenzó escribiendo poesía y relatos cortos, pero es fundamentalmente conocido por su faceta como dramaturgo.
En sus obras volcó todas sus ideas filosóficas y se permitió explorar la psicología humana por medio de personajes populares en un novedoso lenguaje teatral que dejaba atrás las convenciones tradicionales. Ya como autor reconocido, fue nombrado director del Teatro d’Arte de Roma en 1925 y miembro de la Real Academia de Italia en 1929.
En 1934 recibió el Premio Nobel de Literatura por su «audaz e ingeniosa renovación del arte dramático y escénico». Aunque la figura de Pirandello quedó ligeramente empañada por sus lazos con el fascismo de Mussolini, su brillante trayectoria lo sitúa como el más importante dramaturgo de la Europa de entreguerras y uno de los grandes innovadores del teatro del siglo xx, cuya visión vanguardista sigue estando vigente hoy en día.